El desarrollo del capitalismo estos días está dejando clara una cosa. En los momentos de crecimiento y burbujas exhuberantes el capitalismo es capaz de ofrecer una democracia limitada a ciertos ámbitos territoriales y sociales. Pero en momentos de crisis la democracia es un estorbo, vean el caso de Grecia y la preocupación de los mercados ante cualquier tipo de consulta popular, ante cualquier indicio de soberanía democrática. O vean el caso de China con su triunfal modelo de capitalismo autoritario, con impresionantes índices de crecimiento, que al parecer es hoy lo único que importa. Así, no es de extrañar que UBS, uno de los bancos suizos más importantes, haya sacado un informe en el que se afirma que entramos en depresión económica y donde se insinúa la necesidad de gobiernos musculados, menos democráticos y más autoritarios, para contener la situación de previsibles desordenes sociales y la posible balcanización de Europa. Así vemos a los bancos recomendando, para defender sus intereses y sin ningún tipo de descaro ya, palos al pueblo empobrecido, y no es de extrañar que ya exista el nuevo cuerpo de antidisturbios europeos llamado Eurogendfor, una fuerza especial de unos 3000 hombres, afincados en Italia y que ya se han movilizado a lugares como Grecia. Ahí os dejo con la no muy buena pinta de los nuevos antidisturbios y con la evolución en la equipación de los antidisturbios en EEUU.