En wemakemoneynotart encontré este libro sobre arte y activismo. Un libro interesante que reflexiona sobre cómo el activismo, la protesta, la subversión, la crítica, la resistencia etc.. son ya conceptos asimilados por el sistema de consumo y por la moda. Un libro que comparte la visión de ese otro libro "Rebelarse Vende" en el que la rebelión pierde su fuerza a medida que el sistema se la apropia y la convierte en objetos de consumo que todos compramos, con lo cual se hace necesario otro tipo de estrategias para cambiar aquello que se critica, como entrar en política. Así que hoy en día la resistencia es hip y la subversión es cool. Las vanguardias siempre han sido modernas y rebeldes, siempre han querido cambiar la realidad o la forma en la que la percibismos, siempre han creado visiones alternativas, y muchas han ido abriendo camino hacia mucho de los conceptos que tan normales nos parecen hoy en día. Hoy han perdido las vanguardias este impulso radical y transformador, ese posicionamiento político. Así, en Arte y Activismo en la Edad de la Globalización , conscientes de cómo las vanguardias no lograron sus objetivos transformadores, proponen una nueva descripción táctica para que el arte vuelva a recobrar esa actitud transmutadora y política: subversión. Subversión como actitud perturbadora que intenta abrir espacios y posibilidades en lo cerrado que define al sistema. Una definición que anima a los artistas a considerar implicarse políticamente de una forma radical, a diseñar estrategias y formas de resistencia, a redifinir su disciplina artística desde el prisma del activismo. No es nada nuevo esta fusión entre arte y política, recuerden a surrealistas como Breton o Aragon en el partido comunista. No es nada nuevo pero es de lo más interesante.