El movimiento micológico radical es uno de los movimientos que más interés me ha suscitado en los últimos tiempos. Resulta que, al igual que las setas y los hongos, han surgido, en silencio, en la sombra, un montón de iniciativas relacionadas con el mundo seta. El post de hoy va dedicado a una de ellas.
Peter McCoy y Maya Elson son los fundadores del proyecto de "micología radical" que empezó hace ya un tiempo, allá por el 2006, y que gira en torno a la relación entre la micología, el cuidado del medio ambiente y la organización y la justicia social. Se trata de una organización que pretende expandir la cultura micológica y divulgar las propiedades medicinales de las setas así como la capacidad de las mismas de restaurar el medioambiente contaminado. Las setas son capaces de funcionar como filtros naturales, también pueden ser utilizadas para luchar contra la desertificación y mejorar o mantener la calidad del suelo. Al fin y al cabo las setas y los hongos son los responsables de un 90% de todo los procesos de descomposición en el planeta, son los que permiten la creación de un suelo rico en nutrientes. De alguna forma, las setas y hongos son todo un complejo sistema digestivo cuyas enzimas son capaces de degradar, no solo materia orgánica, sino también un montón de productos tóxicos industriales. Por otro lado, la micología nos permite reflexionar sobre el concepto de organización social simplemente analizando la estructura micélica de los hongos que permite a los nutrientes circular, ser redistribuidos entre las plantas del bosque, ayudando a mantener los ecosistemas en equilibrio. La micología nos habla de cómo las relaciones simbióticas son fundamentales para entender el funcionamiento de los ecosistemas, y se convierte en la metáfora perfecta para que los humanos reflexionemos y aprendamos de cómo la cooperación -y no tanto la competició- es el camino para mejorar y hacer sostenibles nuestros sistemas sociales.
Peter McCoy y Maya Elson son los fundadores del proyecto de "micología radical" que empezó hace ya un tiempo, allá por el 2006, y que gira en torno a la relación entre la micología, el cuidado del medio ambiente y la organización y la justicia social. Se trata de una organización que pretende expandir la cultura micológica y divulgar las propiedades medicinales de las setas así como la capacidad de las mismas de restaurar el medioambiente contaminado. Las setas son capaces de funcionar como filtros naturales, también pueden ser utilizadas para luchar contra la desertificación y mejorar o mantener la calidad del suelo. Al fin y al cabo las setas y los hongos son los responsables de un 90% de todo los procesos de descomposición en el planeta, son los que permiten la creación de un suelo rico en nutrientes. De alguna forma, las setas y hongos son todo un complejo sistema digestivo cuyas enzimas son capaces de degradar, no solo materia orgánica, sino también un montón de productos tóxicos industriales. Por otro lado, la micología nos permite reflexionar sobre el concepto de organización social simplemente analizando la estructura micélica de los hongos que permite a los nutrientes circular, ser redistribuidos entre las plantas del bosque, ayudando a mantener los ecosistemas en equilibrio. La micología nos habla de cómo las relaciones simbióticas son fundamentales para entender el funcionamiento de los ecosistemas, y se convierte en la metáfora perfecta para que los humanos reflexionemos y aprendamos de cómo la cooperación -y no tanto la competició- es el camino para mejorar y hacer sostenibles nuestros sistemas sociales.
En suma, la micología radical aparece como iniciativa con una gran potencialidad como punto nodal a partir del cual promover el cambio social. Así, la micología radical pretende ser un lugar de encuentro donde fusionar sinergias procedentes de distintas ópticas. De esta manera encontramos gente interesada en las setas y los hongos como una fuente de alimento, o gente que ve las setas y hongos como medicinas para mejorar el sistema inmunológico o luchar contra el cáncer, o gente que utilizan las setas y hongos como organismos para desintoxicar el agua y la tierra, como bio-remedios, o gente permacultora que utiliza las setas y hongos como elementos para hacer más fértil el suelo y reducir el uso de fertilizantes artificiales, o gente que piensa las setas y hongos como metáfora de cooperación y equilibrio social, o gente artista que utiliza las setas y hongos como elementos para el "mushroom guerrilla art", o gente que entiende las setas como la mejor de las psicodelias asociadas al conocimiento vernáculo y espiritual, o gente que investigan las setas y hongos como tintes textiles, o gente que utiliza las setas y hongos como indicadores de la calidad del aire, o gente del rollito culinario que se deleita con el uso de hongos como fermentadores de comidas como el miso de la sopa japonesa o el queso de roquefort, o gente que ve en las setas y hongos herramientas para el biohacking. En suma, setas y hongos para estilos de vida fungigeeks o fungifreaks, para muchos distintos tipos de gente.Viva la gente!