En este blog nos gustan las declaraciones de principios. Esta vez un manifiesto slow que anima a desintoxicarnos, a reducir nuestro habitual estado de conectividad, a tomarnos tiempos sabáticos y desacelerar un poco. Aquí va traducido este manifiesto sabático:
1.Evita la tecnología.
2.Conecta con tus seres más queridos.
3.Cuida tu salud.
4.Sal fuera.
5.Evita el comercio.
6.Enciende velas.
7.Bebe vino.
8.Come pan.
9.Encuentra el silencio.
10. Devuelve lo recibido.
Por otro lado, encontré aquí un artículo que se titula "La extinción del pensamiento profundo y los espacios sagrados" que habla sobre la importancia que tienen los momentos de tranquilidad y desconexión para la fertilidad de los procesos creativos, que es de lo que se alimenta nuestra economía de la innovación. Nuestra vida cotidiana nos mantiene constantemente conectados, constantemente distraídos con gigas y gigas de información a nuestro alcance, y esto no es precisamente el mejor ambiente para gritar "eureka". No es de extrañar que se señale la ducha como el lugar más fructífero desde el punto de vista creativo, allí no hay aparatitos que nos distráigan. Así, como apenas podemos hallar lugares desconectados hoy en día, se hace necesario idear algunas estrategias, como las siguientes, que nos permitan encontrar estos espacios sagrados para el pensamiento creativo:
-Crear rituales de desconexión como los propuestos en el manifiesto sabático.
-Reforzar disciplinas encaminadas a obtener una dosis diaria de pensamiento profundo; reservar hueco para este fin en nuestras agendas diarias.
-Meditar y dormir sietas para refrescar la mente.
-Profundizar el autoconocimiento o abordar terapias psicológicas.
-Permitir a nuestra creatividad inconsciente fluir. Cuando conducimos o nos damos una ducha dejamos a nuestra mente fluir, no estamos prestando atención a nada en concreto. Y es de este tipo de flujo y de este tipo de momentos de donde vienen las buenas ideas. Se trata de permitir espacio para este tipo de proceso.