jueves, 21 de enero de 2010

mascotas a tuttiplen...

Ya en 2005 el porcentaje de hogares con mascotas en U.S.A igualó al de hogares con hijos aunque la encuesta que manejé no hablaba de que en muchas casas con niños hay también mascotas. De todas maneras lo que queda claro es que el mundo mascotas está en alza, es más, podríamos decir que las mascotas se están haciendo personas, o por lo menos que empiezan a disfrutar de todos aquellos placeres y servicios que la cultura pone a disposición de las personas. Encontramos moda para mascotas, comida de gourmet, casitas con aire acondicionado y todo tipo de gadgets para el ¿disfrute? de los animalitos, y también encontramos servicios como el del seguro de la mascota, y en el caso de los perros, masajes, spas de oxígeno, peluquerías, colegios, hoteles, dietas, citas a ciegas, bodas, cementerios, psicólogos y extraños sucesos como gente que deja su herencia a sus perros o personas que demandan a los veterinarios porque el animalito murió a consecuencia de una operación... ¿qué está pasando? Obviamente son buenas noticias para la industria que ha visto como un nicho de mercado ha dejado de serlo. Los sociólogos intentan explicar el fenómeno de distintas formas. Por un lado se habla de los nidos vacíos para representar la situación de padres ya entrados en edad, que ya han criado a sus hijos, los cuales ya tienen sus propias vidas independientes. Así las mascotas se convierten en unos nuevos hijos. Por otro lado hay que decir que cada vez más gente vive sola y las mascotas alivian esa soledad y permiten cierto intercambio afectivo. Las personas que viven solas o con pocos lazos sociales se sienten útiles haciendose cargo de la vida de sus mascotas y a cambio reciben la fidelidad de los animales. Otro fenómeno a tener en cuenta y que explica parte del fenomeno mascotil es el descenso de la natilidad en Europa. Por un lado encontramos muchas personas o parejas que no tienen hijos -por las razones que sean: dinero, estilo de vida, opción sexual etc...- y que deciden incorporar mascotas a sus vidas. Por otro lado vemos cómo se impone el modelo familiar de un único hijo al que se mima como un rey y al que no se le va a decir que no puede tener una mascota o dos...