lunes, 25 de mayo de 2015

Manuela y los culturematics



La campaña de Manuela,  de Ahora Madrid, pasará a los anales de la historia y será objeto de estudio en muchas escuelas de comunicación, al igual que  sucedió con la campaña de Obama o la campaña cool de Podemos. En este post me propongo, no tanto analizar la campaña y sus elementos innovadores, que ya lo han hecho otros detenidamente, sino que lo que pretendo  es, mas bien, describir la campaña de Manuela desde un concepto emergente que, creo, puede aportar luz a la hora de comprender mejor su éxito. Me refiero al concepto de "culturematic", que tiene que ver con la innovación y sus dinámicas.

La palabra culturematic la acuñó Grant McCracken para intentar analizar fenómenos culturales para los que no hay exactamente una explicación, fenómenos extraños, raros e imprevistos que se dan en entornos cada vez mas imprevisibles y que, sorprendentemente, logran convertirse en sucesos relevantes. El concepto culturematic es útil para intentar comprender  este tipo de fenómenos, y la contra-lógica subyacente de estos procesos culturales poco aprehensibles desde las herramientas de la antropología tradicional. 
Los culturematics son eventos de rabiosa actualidad, vivos y pequeños, con cierto encanto, y que dan qué pensar, como la campaña de Manuela, y que son capaces de cambiar las cosas. Algunas de las características generales de los culturematics son:
   -Los culturematics empiezan siendo pequeños,  necesitan poco input exterior para comenzar a rodar y requieren de poca masa crítica para expandirse
   -los culturematics capturan nuestra atención desde el principio, son pegajosos, contagiosos, meméticos. Bien porque son novedosos o extraños  la cuestión es que nos gusta hablar de ellos a los demás. Y justo esto estoy  yo, ahora mismo, haciendo.
   -Los culturematics nos dan la impresión de que el mundo es manejable. Si la campaña de Manuela se ha orquestado en apenas 2 semanas, sin mucho dinero y con relativamente poca gente involucrada, imagínense lo que podría haberse hecho con más tiempo, dinero  y gente. Así, el cambio político que proponía la campaña de Manuela, que era casi impensable, se visibiliza como posible, y de alguna manera, en un mundo impredecible, parece como si se redujera la entropía.
   -Los culturematics son un experimento del tipo "tu también puedes intentarlo", un vector de experiencia exploratoria que nos invita a todos a convertirnos en aventureros y participar. Los culturematics nos permiten soltar una idea al mundo y ver cómo responde.
   -Los culturematics gustan de obtener orden del caos. Son orden emergente del desorden y el azar, orden ruidoso, múltiple y complejo. Los culturematics son gramáticas generativas que crean multitud de discursos en la superficie. Y así ha sido la campaña de Manuela, caótica y experimental, de mucho y rápido prueba y error, un proceso autoorganizado y ruidoso, sin grandes liderazgos y, en gran parte, espontaneo.
   -Los culturematics descubren valor, cosas  allá donde otros no ven nada. Y de la nada salió Manuela  como alcaldesa. Pero había que experimentar con esa nada.
   -Los culturematics son a la vez divertidos y serios, como los daimones, que pueden ser a la vez malos y buenos. La campaña de Manuela, para sus participantes, ha sido la experiencia lúdica más seria de sus vidas.
   -Los culturematics pretenden cambiar nuestros contenidos mentales. Los culturematics reconfiguran la cultura, la resignifican creando nuevas categorías de percepción que  nos obligan a  ver lo que no esperábamos ver y a considerar cosas que antes no teníamos en cuenta.
   -Los culturematics apelan a nuestra curiosidad, la activan,  provocan cierto  entusiasmo, el entusiasmo de saber hasta dónde podemos llegar. La curiosidad no es más que intentar buscar respuestas, los culturematics ponen en marcha esa dinámica.
  -Los culturematics nos dejan fluir y es entonces cuando pasan las cosas. Los culturematics nos embarcan en una aventura a lo desconocido que nos apasiona, que nos motiva intrínsecamente y donde la gran recompensa es el camino recorrido. La motivación intrínseca nos permite perseverar en la adversidad de las circunstancias y enfrentarnos a  los escépticos y sus discursos inmovilizadores.


Los culturematics son una manera de explicar cómo la cultura cambia, en este caso, la cultura política y ciudadana. Un culturematic, a la manera de McCracken, es una aplicación para la innovación cultural, una máquina de hacer cultura, una máquina que, como tal, se comporta siguiendo ciertos esquemas operativos. Así, un culturematic esta diseñado para realizar tres tareas básicas: probar (testear) el mundo, descubrir significado y generar valor. Analicemos mas profundamente estas dimensiones del funcionamiento de los culturematics para visualizar la campaña de Manuela como una máquina de innovación cultural:
    -Probar el mundo es provocarlo con algo inesperado,  paradójico,  con algo que sigue esa lógica del what if?, algo capaz de generar un runrún en nuestras cabezas. Vista la repercusión en los medios de comunicación nacionales e internacionales de esta original campaña, vista la movilización ciudadana y el resultado final, podemos afirmar que la campaña de Manuela ha sido capaz de generar un gran runrún en las cabezas de muchos, y hay quienes como Nacho Vegas o Ada Colau recogen este runrún en un par de canciones .



  
   -Descubrir significado significa producir cultura, cambiarla, aportar nuevas maneras de ver y sentir el mundo. Los culturematics  re-enmarcan la manera en que visualizamos el mundo. Así, en primer lugar, la campaña de Manuela nos permite pensar los partidos políticos desde un formato distinto. Ahora Madrid no es un partido sino una confluencia de iniciativas con una operatividad diferente,  y además es capaz de ganar unas elecciones sin ayuda de los bancos, lo cual nos permite pensar la existencia económica de los partidos desde una óptica no financiarizada. En segundo lugar, al convertir a Manuela en icono pop gracias a una ola de creatividad espontánea sin precedentes, se ha enmarcado su figura en un marco de aura "cool", asociada a los valores de la creatividad, el arte, la espontaneidad, la alegría y lo autentico, alejando así a Manuela, en la distancia mediática y en el imaginario colectivo, del marco de las significaciones etarrísticas o bolivarianas en las que sus adversarios han pretendido encasillar su propuesta política. Esta dimensión de re-enmarcar el marco para alejar de la mente del elector las connotaciones negativas ha sido, desde el punto de vista de la estrategia de comunicación, y en mi humilde opinión,  lo verdaderamente decisivo. Así, gracias a la multitud de aportaciones de artistas, se ha conseguido crear un fenómeno cultural novedoso e híbrido -entre lo político, lo ciudadano y lo artístico-  un fenómeno muy noticiable que ha permitido que se hable de Manuela desde  desde la sección cultural  de los periódicos mas que desde la sección política. En suma, se ha creado un contexto en el que  la campaña de Manuela ha podido ser percibida  desde una óptica más suavizada, con un tono mas amable, donde la ciudadanía aparecía llena de alegría y esperanza, como cuando se escribía en las paredes del  68 que la imaginación podía llegar al poder. En tercer lugar, ha sido fundamental que haya habido un boca a boca rico en matices, un rumor online y offline, interconectado, multiplataforma, multicanal y transmediático. El boca a boca es una gran conversación, es un conjunto de significaciones tomando forma y que dan mucho que hablar. La cultura es una conversación que no acaba nunca. La campaña de Manuela ha permitido introducir una nueva voz en esa conversación, una voz con un tono distintivo y reconocible, cargado de significados y legitimación. En cuarto lugar, la campaña de Manuela, como máquina de hacer cultura, como cultura puesta en marcha,  se ha desarrollado apoyándose  en otras culturas ya asentadas como la cultura del do it yourself , el espíritu peer to peer y la autoorganización social, culturas que arrastran sus dinámicas propias, y que han aportado a la campaña de Manuela un valor cultural amplificado y diferencial.

    -Generar valor, en este contexto, significa tres cosas. Primero, movilizar el voto ciudadano y ganar  las elecciones. Segundo, generar un valor emocional en la forma de grandes e impagables dosis de alegría y  esperanza. Tercero, producir capital social. El capital social mide la colaboración entre grupos humanos y aquellos elementos que permiten que la colaboración se produzca, se mantenga en el tiempo y crezca. El capital social mide,  por un lado ,"la  sociabilidad entendida como la capacidad para realizar trabajo conjunto, la de colaborar y llevar a cabo la acción colectiva", y, por otro lado, el sentimiento fraternal que estas prácticas generan. La campaña de Manuela ha demostrado la existencia de grupos muy capaces de colaborar entre ellos para casi ganar las elecciones. La campaña de Manuela permite imaginar un crecimiento de estas redes, de estos grupos de colaboración y de la interacción entre los mismos, en suma, permite imaginar un crecimiento de su capital social.