Una de las tendencias del diseño de producto y packaging que llevamos viendo estos años es la que consiste en que el producto o el packaging en sí se pueda convertir en otra cosa. Los ejemplos son abundantes: una caja de vino que se convierte en casa de pájaros, unas botellas que se convierten en lámparas, packaging compostable y biodegradable cargado de semillas para que los entierres y broten plantas y árboles etc... Una vez que la tendencia se ha asentado, los diseñadores siguen exprimiendo su creatividad para seguir desarrollando este concepto hasta llegar a envases que se convierten en instrumentos musicales o juguetes: