Ya conocemos la predilección de los japoneses por los programas de televisión que giren en torno al sufrimiento de personas a las que se someten a todo tipo de putadas. El género se llama gambaru y es un clásico en Japón. También gozan los japoneses de una supercultura en torno a los concursos. Partiendo de la unión de estas dos pasiones comenzaremos la historia de Nasubi. Nasubi es elegido en un casting supersecreto y es encerrado en una habitación, semidesnudo, sin cocina, sin papel higiénico... La única forma de obtener alimento es ganándolo en concursos y para participar en ellos debe mandar postales, cosa que hizo durante un año al ritmo de entre 3000 y 8000 postales mensuales. Lo mejor es que el no sabía que el país entero estaba prestándole atención. La organización no contenta con hacerle pasar hambre y soledad o permitir que se alimentase de comida de perros también ideó nuevas torturas. Le sacaron de la habitación para llevarlo a otra habitación pero esta vez en Korea. Allí debía conseguir ganar un billete de vuelta a Japón. Una vez en Japón lo metieron en otra habitación cuyas paredes cayeron para mostrar un plató de televisión abarrotado de fans. Aquí encuentras la historia entera.