Anteriormente comenté aquí cómo el mundo de la representación visual de datos estaba en plena ebullición. Recordemos el impresionante mapa de sentimientos rastreados en la blogosfera, o este interesante programa que nos hace más fácil la comprensión de enormes cantidades datos estadísticos o este otro utilizado por esa rama del coolhunting más serio que se dedica al análisis de redes sociales. Y si te gusta Harry Potter acuérdate del mapa de Marauders.
Este video sobre los mapas no tiene desperdicio:
Estos ejemplos nos hablan de cómo buscamos representar nuestra realidad para obtener una foto más amplia de la compleja realidad que nos rodea. Twitter es otro ejemplo de cómo compartir nuestras acciones minuto a minuto y así poder saber quién está haciendo qué en cada momento.
Lo que intentamos describir es la extensión de la capacidad humana para percibir, pensar e interactuar. Y no solo los mapas nos ayudan a esto. También todas las tecnologías que aumentan nuestra capacidad de acumular información en memorias externas y móviles, o esas drogas o brain enhancers, que permiten mayor rendimiento cerebral. Se trata de aceptar que la ciencia poco a poco nos va permitiendo percibir una realidad aumentada. Asistimos al nacimiento de un mundo transhumanista que en parte se deriva de la creencia en la capacidad evolutiva humana hacia aptitudes superiores. Los valores transhumanistas definen el cuerpo como laboratorio de innovación, experimentación y expresión personalen. Se trata de aprovechar los avances de la tecnología para aumentar o expandir la capacidad sensorial y cognitiva del yo que tiene que ver con el concepto de augmented reality.