Blog dedicado al coolhunting y a las tendencias desde una perspectiva sociológica y cultural donde el marketing y la antropología bailan a dúo para intentar explicar nuestra gran sociedad de consumo y pequeños consumidores.
domingo, 11 de marzo de 2012
vivir sin dinero
Vivir sin dinero como concepto se va abriendo paso en las prácticas de algunos individuos que han decidido no reproducir las prácticas capitalistas como forma de resistencia moral. Algunos llaman a estas personas los cracks, las fisuras por donde se resquebraja el capitalismo. Se trata de verdaderos aventureros, como un tipo que se hace llamar Suelo y que vive en estados unidos, en una cueva y sin un centimo desde el año 2000. Se tiene prohibido a sí mismo aceptar o utilizar dinero. Sólo acepta lo que otros descartan en plan freegans, o regalos procedentes de la economía del don o the gift economy. Para él el dinero es una ilusión, sólo existe porque todos creen en su utilidad, el dinero es una convención. Y se puede vivir con otras convicciones, y se puede vivir sin dinero, de hecho, y como dice en su página web, ya está pasando, todo a nuestro alrededor vive sin dinero, las hormigas, los gorriones, las bacterias y los átomos viven sin dinero. También tiene un blog. Porque se puede tener un blog y una web sin dinero. En su página hay todo un manual sobre cómo sobrevivir en estas circustancias, las cosas que uno tiene que saber para conseguir comida, refugio, transporte, medicinas etc.. También responde de forma brillante a las típicas preguntas de aquellos que le acusan de formar parte del sistema porque utiliza productos -como ordenadores- que proceden del sistema y etc.. Si hay un gurú de cómo vivir sin dinero es este. Por otro lado, en Alemania en concreto, existe una mujer, Heidemarie Schwermer, de 68 años, que lleva 14 años viviendo casi sin dinero. Dejó su casa, se deshizo de sus pertenencias salvo de una maleta con ropa. Desde entonces no sabe dónde va a dormir la próxima semana, no parece estar muy preocupada por el futuro y está dispuesta a aceptar las consecuencias y abrirse a lo que vaya sucediendo. No tiene miedo ante una situación angustiosa para la mayoría de la gente, y demuestra así cómo el dinero determina nuestra forma de ver la realidad y de pensarla, nuestra forma de comportarnos con los demás y nuestro modo de maltratar a la naturaleza. Y ya hay un documental sobre esta mujer.