lunes, 19 de mayo de 2008

el sobrepeso de la libertad

Esta conferencia trata de qué nos pasa cuando tenemos muchas opciones si consideramos la gran cantidad de elecciones posibles como libertad. Si nos consideramos consumidores y no ciudadanos la cosa está clara: gran variedad, gran veriedad, gran variedad. La cuestión es que si tenemos que elegir la responsabilidad recae sobre nosotros. Como este señor dice: si vas al médico éste te informa de lo que tienes y te da a elegir entre varios tratamientos, cada uno con sus ventajas y sus inconvenientes. Cuando tu le preguntas cual debes elegir el responde de nuevo que cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Cuando le preguntas qué haría él si fuese tú responde que él no es tú. Y tu tienes que hacerte responsable de ello. Cuando compras un producto entre mil lo adquieres a un coste que incluye la insatisfacción o aburrimiento a los pocos días, la comparación con la elección de los demás, y el arrepentimiento.



La cosa se complica si en vez de hablar de consumidores hablamos de ciudadanos que tienen que elegir su identidad . Tienen que elegir quienes son, qué quieren ser, en quién se tienen que fijar, en quién no etc...Vivimos una época en que los valores y metarrelatos tradicionales han sido erosionados, es decir, ya no son tan útiles, ya no son tan capaces de dar sentido. Nos encontramos con que la moda, la cultura popular, los medios de comunicación nos informan mejor y nos ayudan a adaptarnos a una realidad cambiante. Aparecen nuevas voces en la cultura y todas son legítimas. Uno ya no se define por su religión, su ideología, estatus económico y social o su trabajo, sino por cómo uno gestiona su identidad en un mundo complejo e inseguro. Hoy nos definimos más por nuestro estilo de vida, y ese estilo es nuestra verdadera opción y aventura.

La cultura tradicional se encargaba de hacer esta labor de socialización, y nos lo recuerdan los movimientos puritanos en alza, que prefieren hacer las cosas a la antigua, aunque sea de una manera desfasada, antes de adentrarse por los caminos de la libre elección y la libertad individual. En la vida hoy hay más libertad pero tanta que puede generar inseguridad. En la cárcel uno no es libre y por lo tanto no es responsable. En la carcel sabes a qué atenerte, cómo va a ser un día igual que el siguiente, se tiene una visión de futuro. La libertad tiene eso, que tu la eliges y te puedes equivocar, tu construyes el futuro y eres responsable de tus actos, aunque te pese.