Este video nos muestra la cara mas juguetona del arte.
Muchas personas hoy en día recuerdan su niñez con nostalgia. Añoran, entre otras cosas, el juego. Nuestra sociedad tradicional ha pensado que el juego era típico de niños y que los adultos se dedicaban a cosas serias. A medida que la sociedad tradicional pierde legitimdad, el juego, tal vez parte inherente de la condición humana, vuelve a entrar en las vidas de los adultos para darle un aire fresco, para sacar a la luz la importancia de ciertos rasgos infantiles de los que nos hemos ido desprendiendo. Y como adultos tendremos que redescubrir las reglas de nuestros nuevos juegos. Nuestra sociedad individualiza y separa más y más a sus miembros. La sensación de soledad e impotencia machaca las autoestimas. El juego aparece como una excusa perfecta para socializar y crear nuevos vínculos. Hoy encontramos juegos como aquel consistente en dejar regalos en lugares insospechados de la ciudad o el campo para que otros los encuentren y dejen allí sus regalos. Las coordenadas se ponen a disposición de los participantes que pueden utilizar sus gps.