viernes, 11 de mayo de 2012

cómete tu inversión

Credibles es una iniciativa de slowmoney. Es una contracción de las palabras inglesas para crédito y comestible. Credibles es una manera de fomentar la creación y desarrollo de empresas locales en el sector de la comida. Para ello utiliza la lógica del crowdfounding en plan "ese pequeño restaurante de tu zona al que sueles ir tiene necesidades financieras y tal vez tu puedes pagar ahora lo que piensas que vas a comer en ese restaurante en el futuro". Así que uno invierte dinero y ayuda a una empresa local, y a cambio recibe comida en la forma de credibles, una moneda equivalente al dolar en valor y que uno puede utilizar para consumir en la empresa en la que ha invertido, o para regalárselo a otras personas o para utilizarlos en otras empresas locales que acepten credibles.
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En slowmoney pretenden repensar nuestra relación con el dinero, la comida y la tierra.
Sus miembros son inversores, emprendedores de lo culinario, pioneros de la inversión social, granjeros ecológicos y personas normales interesadas y preocupados por dónde va el dinero que gastamos y qué tipo de relaciones socio-económicas fomenta. La idea es invertir dinero en producción y manufactura de comida a nivel local, lo que genera comunidades vibrantes, con un tejido social desarrollado y que cuentan con un capital social que las hace más resilientes. Los principios del dinero lento son seis y surgen para mejorar la seguridad alimentaria; para fomentar una nutrición saludable para todos; para promover la diversidad ecológica, cultural; para acelerar una transición de una economía extractiva y de consumo a otra basada en la restauración y la conservación del medioambiete y el tejido social.

I. El dinero debe volver a la tierra.
II. Existe el dinero demasiado rápido, hay empresas demasiado grandes, lo financiero es demasiado complejo. Así que es necesario desacelerar el dinero, no todo, pero lo suficiente como para marcar la diferencia.
III. El siglo XX ha sido la era del compra barato y vende caro, la era de hacerse rico ahora y dejar la filantropía para después -lo que un inversor capitalista una vez definió como "la mayor acumulación legal de riqueza en la historia". El siglo XXI será la era de un capital más cuidadoso y maternal que tenga en cuenta la capacidad de carga ecológica de la tierra, los bienes comunes y cierta sensibilidad hacia lo local y la no violencia.
IV. Debemos aprender a invertir en la comida, en las granjas y en la fertilidad de la tierra como si esto fuera algo realmente importante. Es necesario conectar a inversores a los lugares en los que viven, creando relaciones vitales y nuevas fuentes de inversión para pequeñas empresas locales en el sector comida.
V. Hay que celebrar y homenajear a toda una nueva generación de emprendedores, consumidores e inversores que están demostrando cuál es la manera constructiva de abandonar la senda destructiva.
VI. Paul Newman dijo una vez que "en la vida necesitamos ser un poco como el granjero que devuelve a la tierra lo que recoge". Reconozcan la sabiduría de estas palabras y permítannos reconstruir nuestra economía desde abajo preguntando lo siguiente:
¿cómo sería el mundo si gastásemos la mitad del dinero que gastamos en un contexto geográfico de 50 millas?
¿qué pasaría si una nueva generación de empresas donase la mitad de sus beneficios?
¿qué sucedería si hubiese un 50% más de materia orgánica en la tierra?