Una vez que el punto y el ganchillo ya son una buena masa crítica y el fenómeno se ha asentado, empiezan las divergencias entre partidarios de uno y otro. En este caso los partidarios del crochet (a una sola mano), y en clave de humor, reivindican su superioridad sobre el punto (a dos manos).
Y como en toda buena disputa siempre aparece alguien que quiere mediar y reconciliar a las partes, como este último libro que pretende estrechar lazos entre seguidores del punto y seguidores del crochet...