lunes, 5 de abril de 2010

Véndeme algo pero cuéntame un cuento.

Rob Walker, estudioso del comportamineto del consumidor y Josh Glenn, otro con parecidas aficciones, han creado un proyecto interesante llamado significant objects. Se trata de un experimento con el que se quiere hacer una reflexión sobre cómo se crea el significado y el valor de los objetos de consumo: Escritores de cierta relevancia inventan unas historias sobre irrelevantes objetos comprados por 4 o 5 dólares en algún mercadillo. El relato aporta un nuevo significado subjetivo al objeto. Lo que se quiere demostrar es que no sólo adquiere valor subjetivo sino que también adquiere valor objetivo. ¿Cómo comprobar esta hipótesis? A través de e-Bay, dónde se subastan los objetos. En la descripción de los objetos aparece el relato firmado por cada autor. El resultado es interesante: Se gastaron 128 dólares en objetos insignificantes a los que añadieron ficción literaria para obtener 3612 dólares al subastarlos en e-Bay donde se habían convertido en objetos con valor. Si quieres ver los resultados completos pincha aquí. El ratón de fieltro de abajo costó 50 céntimos y se vendió por 61 dólares. Lo que hacen las historias.