Blog dedicado al coolhunting y a las tendencias desde una perspectiva sociológica y cultural donde el marketing y la antropología bailan a dúo para intentar explicar nuestra gran sociedad de consumo y pequeños consumidores.
lunes, 23 de febrero de 2009
Cómo se lo pasa la muchachada!!!
En este otro vemos lo que hace el aburrimiento
Este video nos propone el juego de intentar comer una cucharada de canela
Este video va de cómo iluminar un microondas por dentro
Este otro video trata de lo que le pasa a las personas cuando ven contenidos indeseables....
Y en este video vemos una forma un tanto grotesca pero eficaz de quitarse el stress de encima...
Y por último un tetris en el que además puedes hacer músculos...
Continuará...
miércoles, 18 de febrero de 2009
economía destructiva vs economía restauradora
De lo que quiero hablar es de esa cara de la economía que rige nuestras vidas. La doctrina del neoliberalismo es la ideología dominante en las universidades de economía del mundo; construye un muro de ecuaciones, gráficos y fórmulas para tratar de convencernos de lo bien que lo tienen todo controlado, aunque en momentos de crisis agachan sus cabezas y nadie parece saber qué está pasando y cómo reaccionar ante ello. Así pues, no hagamos mucho caso de una ciencia económica cuyo sustrato teórico surge de ese otro gran concepto nada serio que es "la mano invisible", alma que nadie ha visto y que no creo yo que vaya a poner nada en su sitio.
Desde el punto de vista económico neoliberal el medioambiente no existe, no existe un bosque, existe la tierra que ocupa ese bosque que debería ser talado para vender la madera y plantar algo transgénico etc..Y una economía que no tenga en cuenta el valor de la naturaleza es una birria de economía o sea una economía que tiene más que ver con la propaganda al servicio de intereses y privilegios privados, y que tiene que ver cada vez menos con la verdad. Así es la triste realidad. La verdad es que contaminar y acabar con la naturaleza es beneficioso, rentable, genera riqueza... ¿No será que debemos empezar a modificar la noción de riqueza? ¿No será hora de darnos cuenta de que el sistema económico no se sostiene y que su prolongación podría ser completamente irresponsable?
Existen los límites a la contaminación que ponen los gobiernos democráticos donde los haya, gobiernos que han perdido su soberanía nacional y que apenas pueden negociar con el poder global y corporativo de las multinacionales. Lo único que interesa es el beneficio bruto o neto. La desaparición masiva de especies sin precedentes en la historia de la tierra, la contaminación de toda vida hasta límites insospechados, la emisión de partículas tóxicas anteriormente inexistentes en el medio ambiente, la acumulación de sustancias nocivas en nuestros cuerpos…no importa. Y a esto lo llaman un sistema económico eficiente y quien diga lo contrario es un radical de algún tipo. ¿Cómo va a ser eficiente acabar con nuestros recursos, aniquilar a las especies en masa y contaminar el futuro de las próximas generaciones? ¿cómo es posible que la mayoría de las universidades de economía y empresa del mundo prediquen este concepto de eficiencia? Y si esto es eficiente, ¿qué clase de gafas necesitamos para ver las cosas como son?
De lo que estamos hablando es de un sistema económico lineal que propone seguir utilizando recursos limitados y seguir expulsando productos tóxicos ilimitadamente hasta que el cuerpo aguante. Un sistema a corto plazo -obviamente- que no piensa en el futuro de las próximas generaciones y que se maquilla con conceptos como el de economía de "libre mercado" y "sostenible" para seguir su curso destructivo, y que pone en peligro la libertad de todos. Lo "sostenible" es lo que marca la ley, es decir, lo mínimo. No nos podemos conformar con lo mínimo, lo mínimo es una tomadura de pelo para que las grandes empresas contaminantes renuncien lo mínimo a sus beneficios. Y en nuestras manos está proponer nuevos modelos como hace Paul Hawken en su libro La ecología del comercio. Paul Hawken propone una economía basada en el funcionamiento de los ecosistemas maduros. De lo que se trata es de utilizar nuestros conocimientos para crear una economía restauradora, en el que la basura sobrante en los procesos de producción y consumo sea reutilizada y reutilizada, al igual que hace la naturaleza, porque la naturaleza no crea basura tóxica que aniquile especies. Para la naturaleza la basura de unos es la comida de otros y ese debe ser el modelo a seguir como propone este documental que se llama "waste=food"
Aún así, los ecologistas son tildados de idealistas utópicos o radicales totalitaristas aunque más bien son abanderados del sentido común y poco a poco se impondrán, y no porque consigan convencer a las mayorías sino porque la tierra ya está mandando claros mensajes. Mientras tanto, en una sociedad donde el gobierno no nos protege ni nos informa se hace necesario un poco de activismo que es la primera forma de la pedagogía, esta vez en forma de shopdropping que significa ir a las tiendas y dejar productos con mensajes informativos:
lunes, 9 de febrero de 2009
Monsanto no es tan santo
Hoy quiero dedicarle espacio a los transgénicos y a Monsanto. ¿Por qué Monsanto tiene tantos enemigos? ¿Son sus enemigos unos paranóicos que tienen miedo de frankenstein? ¿Por qué los transgénicos causan tanta polémica? ¿Por qué alguien se tomaría tantas molestias como para hacer un documental como este que se llama El mundo según Monsanto?
¿A quién debemos creer, a los que buscan el beneficio por el beneficio o a los que buscan alguna otra cosa? ¿Por qué los científicos que trabajan para Monsanto dicen que los trangénicos son lo mejor y los científicos ecologistas dicen que es lo peor? ¿De quién nos podemos fiar? ¿Y sobre todo, cómo es que nuestra ministra de agricultura ha trabajado en Monsanto? ¿O peor, por qué hemos decidido ser líderes europeos en su cultivo? ¿No había otra cosa en la que ser líderes?
Pero ¿qué es Monsanto?. Monsanto es una multinacional con unos cuantos años de historia vendiendo productos químicos y entre ellos los destinados a la agricultura. La cuestión es que Monsanto empezó a comprar empresas y empresas de semillas casi monopolizando el mercado y comenzó a patentar semillas naturales, unas 11.000, apropiándose así de la naturaleza y poniéndole un precio, de tal manera que si en tu campo crecen semillas transgénicas patentadas transportadas por el viento en teoría deberías pagar "derechos de autor". Este otro documental habla sobre ello:
Monsanto asegura que sus semillas contaminan menos, es decir, que utilizan menos pesticidas y generan menos gasto energético. Los ecologistas argumentan lo contrario, que los transgénicos necesitan más y más pesticidas y que el verdadero negocio es la venta de los mismos, es decir que el negocio es sembrar los campos con más y más pesticidas y obligar a los campesinos a depender siempre de ellos, cuando hay estudios que indican que la agricultura ecológica supera en rendimiento a la transgénica.
Monsanto presume de tenerlo todo controlado y de que su producto es seguro y que la manipulación de los genes no tiene consecuencias sobre las personas que se alimentan de los mismos o el medioambiente. Los ecologistas piensan que los cultivos transgénicos contaminan a los cultivos no transgénicos a su alrededor como muestra este video
o bien que generan efectos de resistencia en las plagas y que pueden tener consecuencias nocivas sobre las personas como indican estudios y estudios hechos con ratones alimentados con transgénicos.
Monsanto piensa que es más rentable el cultivo tránsgénico y los ecologistas hablan de muchos agricultores indios que se suicidan arruinados.
Comprar transgénicos significa comprar pesticidas para activar los genes modificados de esas semillas. Las semillas Traitor obligan a aplicar químicos anualmente para activar la característica deseada. Las semillas Terminator de las que tanto se hablan y que aún no se comercializan son semillas estériles, es decir semillas que obligarían al agricultor a comprar nuevas semillas cada temporada. Así entendemos las intenciones de Monsanto. Monsanto representa el mayor monopolio de semillas mundial acaparando casi el 80% . Los ecologistas denuncian una estrategia en la que Monsanto controla las semillas naturales y trangénicas de tal manera que pueda dejar de vender semillas naturales y obligar a los agricultores a comprar año trás año las semillas transgénicas y los pesticidas para que funcionen, con lo que estaríamos hablando de una nueva forma de esclavitud.
Y encima los fabricantes de transgénicos quieren hacernos pensar que son la solución para acabar con el hambre en el mundo. Como si no supieramos que el hambre es un tema político y un instrumento económico. El mundo tiene suficientes alimentos para todos y son precisamente la gente que vive en los países productores los que tienen más hambre, que ven como el grano que han cultivado es utilizado como pienso para los animales que se comen en occidente. Es decir, existen intereses económicos para que tanta gente pase hambre, y los transgénicos no van a ser la solución.
O peor, el poder de las multinacionales o corporaciones ha crecido tanto que ya se habla de corporocracia, con lo que las multinacionales como Monsanto están es una posición de poder privilegiada para utilizar todos los medios a su alcance para tergiversar la información y manipularla. Otro ejemplo sonado es el siguiente, en el que unos periodistas americanos desearían no haber investigado nunca los productos hormonales que Monsanto fabrica para alimentar a las vacas y que den más leche:
Así que si percibimos que las grandes empresas no están siendo honestas con nosotros, lo único que podemos hacer es informarnos y compartir la información, siempre que queramos dedicar el tiempo a ello, claro. Podemos demandar más información, exigir etiquetados que nos permitan saber si lo que compramos es transgénico o está hecho a base de trangénicos. Podemos dejar de comprar marcas determinadas que utilizan transgénicos para la elaboración de sus producto. Siguiendo la guía roja y verde de Greenpeace podríamos dejar de comprar Nestle, Bimbo, Carbonell, Flora, Kellogs, Cuétara, Danone, Valor, La casa, Zahor, Matutano, Lays, Doritos, Cheetos, Pringles, Louit, Calvé, Ben&Jerry´s y un amplio etc. De alguna manera nosotros somos la demanda, nosotros la creamos, y si no hay demanda no hay oferta o tendrá que haber una oferta adecuada a nuestras expectativas. Moraleja: si no quieres transgénicos no lo compres.